A veces ella me recuerda sonetos de amor oscuro.
A veces me siento rodando como «Old Man River» de Colm Wilkinson, sacudido por el dolor.
A veces, a través del espejo de la luna veo sus rizos caracolear entre el viento del Mar Caribe.
A veces pensar demasiado me hace sufrí emocionalmente.
A veces pienso que la gente bebe en silencio esperando que termine ese momento entre la soledad y una cita romántica de bar.
A veces necesito dejar de creer que todos los pensamientos son verdaderos para dejar de pensar demasiado.
A veces soy un verbo que sonríe, te felicita, te estima, te sigue, te adora, te invita, te mima, te mira, te piensa, te agradece, te reza, te espera.
A veces ella me duele. Pero no sufro.
A veces, miras el cielo como queriendo atrapar un instante de oxígeno en una órbita de ingravidez
A veces, uno nunca está preparado.
Escrito en The Beverly Vancouver, Canadá, durante el confinamiento del Covid-19